por Gilles Munier – ¡Recordémoslo! El dibujante y caricaturista palestino Naji al-Ali, famoso en el Próximo Oriente, fue asesinado en Londres el 22 de julio de 1987, cerca del diario kuwaití Al-Qabas donde trabajaba. Era irreverente respecto a los potentados árabes, llamaba al sionismo por su nombre y denunciaba la corrupción de algunos dirigentes palestinos. Un asesino profesional le alojó una bala en la cabeza y continuó su camino tranquilamente, sin ser molestado.
La prensa occidental no se conmovió por este atentado a la libertad de expresión, como es el caso hoy tras el atentado del que ha sido víctima Charlie Hebdo. ¿Dos pesos y dos medidas?
Diez meses más tarde, Scotland Yard arrestó a un tal Ismael Suwan, un estudiante palestino implicado en la organización del asesino. Interrogado, reveló que había sido reclutado por el Mossad y que sus superiores le habían informado del proyecto de asesinato.
Ante el rechazo de Israel a dar explicaciones sobre este crimen, Margaret Thatcher – Primer ministro británico – ordenó el cierre de la sede del Mossad en Londres – Palace Green – y la expulsión de dos “diplomáticos” israelís. Más que conocida por el MI5 – servicio de inteligencia interior británico – la identidad del asesino – un agente del Kidon, el servicio de acción del Mossad – nunca fue divulgada.
La prensa occidental no removió cielo y tierra para que el asesino y sus comanditarios fueran detenidos y juzgados.
El Mossad prosiguió sus actividades en Gran Bretaña tranquilamente, pero sin estatus oficial.
Se tuvo que esperar hasta 1998 para que Efraim Halevy, nuevamente situado a la cabeza del Mossad, obtuviera de Margaret Thatcher la reobertura de la oficina del Mossad en Londres.
Para leer: el Libro de Handala, caricaturas de Naji al-Ali aparecido en 2011 en las Editions Scribest (140 dibujos de Naji al-Ali inéditos y anotados).
En la presentación del “Libro de Handala”, el dibujante-caricaturista francés Siné – despedido de Charlie Hebdo en julio de 2008 por expresiones llamadas antisemitas por Philippe Val, el director de entonces – recordó que el dibujante fue asesinado “a causa de las convicciones que él expresaba maravillosamente a través de sus dibujos y de su pequeño personaje llamado Handala.”
Handala, un refugiado palestino de 10 años en la miseria, está presente en todos los dibujos de Naji al-Ali, el cual da la espalda a un mundo que ha traicionado a su pueblo.
10/01/15
(Traducido por Jordi Garriga)
Fuente: Tribuna de Europa