por José Luis Ontiveros* – El Espía Digital – Al tiempo que el Occidente gangrenado da carta de naturalización al terrorismo y a la práctica del genocidio, que recuerda la expresión de Louis-Ferdinand Céline en Rigodón: “progroms de goims”, la República Islámica de Irán junto con el régimen sirio del partido Baaz, de tendencia socialista nacional, del presidente Basar Al Assad hace los mayores esfuerzos constructivos para distender la situación interna de Siria donde poderes externos promueven un enfrentamiento fratricida.
La escala de ataques de lesa humanidad conducida por el lobby racista que ha colonizado la americanósfera, bajo la administración de los oscuros intereses de Barak Obama, reelecto, luego de ocultar la responsabilidad de la CIA, en los sucesos ocurridos en Bengasi, Libia, cuando fueron muertos el embajador Chistopher Stevens y tres agentes más, que finalmente reventó en el affaire porcachón del general David Petraeus con su biógrafa Paula Brodwell, quien se vió obligado a renunciar a la jefatura de la CIA.
El incidente da idea no sólo del puritanismo de la moralina protestante, sino de que Obama, faltó a su elemental obligación con la seguridad nacional norteamericana, para volverse a trepar a la presidencia del poder unipolar declinante.
Queda claro que Obama es un entusiasta cómplice de masacres que se consuman a cuenta del concepto teológico de la raza elegida.
Paralelamente a estos hechos ominosos, hay dos claras posturas antagónicas respecto a Siria. Una que pretende su destrucción y el aniquilamiento del régimen de Basar Al Assad, conformada por Turquía, los Emiratos Árabes Unidos, La Liga Árabe, Saudiarabia y sus promotores de Occidentafilia: EU, los otanescos-európidos y Francia.
En el otro punto geopolítico están Irán y la propia Siria, la milicia Hezbolá chiíta en Líbano. Hay que destacar a los Hermanos Musulmanes, tradicionales opositores del Baaz uno de los factores de discordia con mercenarios wahabitas. Los Hermanos Musulmanes se han hecho del poder en Egipto, dando un vuelco a su diplomacia. Y el veto de China y Rusia a medidas de estrangulamiento de Siria en la ONU, especialmente la Rusia de Vladimir Putin y el epos eslavo.
En una realidad compleja y fragmentada, se distingue claramente que el eje geoestratégico de Irán y Siria, trata por medio de la negociación llegar a un punto de inclusión de todos los intereses en pugna. Así se celebró en Teherán, el “Diálogo nacional” con la asistencia de 200 representantes, 40 partidos de la oposición, 130 personalidades del interior de Siria y los otros más del extranjero, siempre en la línea de la autodeterminación siria, fundamento del derecho de los pueblos.
Ello contrasta con la entidad injerencista de la Coalición Nacional Siria, formada en Doba, Qatar, que es el instrumento neocolonial para desestabilizar Siria aniquilando su unidad nacional y destruyendo su autonomía política.
La desintegración de Siria en un baño de sangre forma parte de la estrategia para el asedio directo a Irán, como las periódicas masacres que se producen en la región con la hipocresía de Occidente y sus cipayos.
Sin embargo, la resistencia islámica y nacional, que lleva a los pueblos al martirio, antes que a la claudicación, es un factor decisivo en que el Eje Irán-Siria se impondrá a sus enemigos, aun sean estos el muy negro perfil de Obama y el lobby racista, pues las elecciones yanquis son un simulacro como lo dijera Perón entre la Coca-Cola y la Pepsi-Cola. Y todo ello en tiempos de la profética bagatelas para una masacre.
* Analista de Inteligencia y escritor mexicano
Fuente: El Espía Digital